El nuevo paradigma del dolor y la rehabilitación

En este blog, queremos darle relevancia al papel del procesamiento de la información que realiza nuestro cerebro para protegernos. Sabemos que el dolor es una respuesta de protección que nos ofrece nuestro sistema nervioso ante la percepción de una amenaza que puede poner en peligro nuestra integridad.
Esta respuesta es el resultado del estudio de diversos factores que influirán provocando que nuestro sistema nervioso tenga la necesidad de protegernos ante un posible estimulo nocivo real o en potencial, ya que además contamos con un sistema de predicción que nos pueden alertar de ese estimulo ofensivo antes de que éste aparezca.
Los factores que influyen en ese resultado de protección son infinitos, ya que cada persona a lo largo de su vida construye a través del aprendizaje todos aquellos elementos que tendrán relevancia o no en su sistema neuroinmune.
Este aprendizaje se realiza desde pequeños exponiéndonos a esos estímulos que sensibilizaran nuestro sistema nervioso. La influencia de los diversos factores vendrá determinada por la cultura, experiencias previas, expectativas personales y sociales, etc.
SI TIENES DOLOR, CONSÚLTANOS TU CASO. 691316552
Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente, somos nosotros mismos los que podremos, de alguna manera, “reaprender” la influencia que tienen esos factores en los mecanismos de protección de nuestro SNC, que se harán visibles en la consciencia a través de una manifestación corpórea.
Cuando tenemos una lesión, nuestro sistema se protegerá ante esa agresión a los tejidos de nuestro cuerpo dando respuestas acordes a la gravedad del daño generado. A veces, esa respuesta se manifiesta de manera desproporcionada, generando mecanismos de protección que dejan de estar acordes con la lesión en cuestión. Estas respuestas serán dolor, inflamación, limitación en la movilidad de la articulación, fatiga precoz…
A través de la modificación de los factores que influyan en el resultado de ese “estudio de la amenaza” de nuestro propio sistema nervioso, podremos modificar entonces la respuesta dada por el mismo. Ya que en ciertas ocasiones y pasados un tiempo, esa respuesta dolorosa o inflamatoria (como respuestas principales de protección) carecen de sentido.
