Factores psicológicos; influencia en la intensidad y duración del dolor

En la actualidad, uno de los modelos más usados para explicar la sintomatología que padece un sujeto ante cualquier patología, es el modelo biopsicosocial.
Frente al modelo biomédico, más tradicional que tiene en cuenta solo los factores estructurales del tejido lesionado y sus relaciones anatómicas, aparece el modelo biopsicosocial en el que se tienen en cuenta los factores biológicos, psicológicos y socioculturales influyentes en la experiencia de dolor de una persona. Por lo tanto, el dolor es un fenómeno complejo y multifactorial que depende de la interacción de dichos factores.
En nuestro organismo existen muchos receptores que valoran el estado de los tejidos y envían esa información a nuestro cerebro. Dicha información recibida es evaluada y basándose en experiencias previas, creencias, emociones y estado general del organismo provoca una respuesta que puede generar o no dolor. Por dichos motivos, se puede afirmar que la experiencia de dolor que siente una persona es única e individual y no se puede comparar entre sujetos o patologías.
Ahora bien, una vez que se desarrolla una patología, pongamos como ejemplo la “tendinitis” del manguito rotador de hombro que suele cursar con limitación de la movilidad y dolor de dicha articulación, existen varios factores psicológicos modificables por el sujeto que influyen en la intensidad y duración de estos síntomas. Fundamentalmente se destacan los siguientes:
- Hipervigilancia: consiste en estar atento de manera excesiva antes cualquier sensación percibida en la zona lesionada.
- Catastrofismo: desarrollar pensamientos negativos acerca de la lesión:
“no se me va a quitar nunca el dolor”, “no voy a volver a hacer vida normal”, “esto ya es crónico”, etc. - Kinesiofobia: tener miedo a realizar cualquier movimiento para que no se reproduzca los síntomas.
- Rumiación: tener pensamientos constantes relacionados con patología o estar hablando de manera continuada tanto con familiares, amigos o con uno mismo de la lesión.
Con este artículo, se pretende dar unas pequeñas pinceladas acerca de dichos factores. Detrás, hay un complejo sistema que se desarrolla en el organismo y que da respuesta a la contribución de los factores psicológicos en el desarrollo y evolución de una patología. Por ello, es importante que se conozcan y comprendan que algunas de las actitudes y pensamientos que desarrollamos cuando tenemos alguna lesión, pueden contribuir negativamente al proceso de recuperación.
Por lo tanto y debido a la investigación que se ha realizado en estos aspectos, se puede afirmar que si la persona afronta la lesión con actitud positiva, evitando tener pensamientos negativos al respecto y sin tener miedo al movimiento, la evolución de la lesión será mucho más favorable.

Factores psicológicos; influencia en la intensidad y duración del dolor